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Violencia contra la libertad reproductiva: mi cuerpo es mío.



“Mi cuerpo es mío” es una consigna que se viene arrastrando desde hace décadas, insólito ¿verdad?. Reivindicar la obviedad, de que el cuerpo de cada uno y cada una pertenece a cada cual, algo tan simple por lo que las mujeres llevamos muchas luchas arriba, por lo más básico y lo más íntimo, nuestro cuerpo.


La imposición sobre nuestros cuerpos ES VIOLENCIA.


Desde la postura de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres, en 1976, instrumentos internacionales han reconocido que la violencia contra las mujeres representa una violación de sus derechos humanos. Existen diversas políticas a nivel global que intentan eliminar la violencia contra las mujeres, pero seguimos siendo violentadas sin distinción de clase, etnia, religión, edad, nacionalidad o lugar de residencia.


El artículo 6 de la ley 19.580 (1) nos manifiesta las distintas formas de violencia ejercidas hacia nosotras; para poder definir la violencia contra la libertad reproductiva nos parece pertinente citar la definición de violencia obstétrica la cual nos dice que:


“Toda acción, omisión y patrón de conducta del personal de la salud en los procesos reproductivos de una mujer, que afecte su autonomía para decidir libremente sobre su cuerpo o abuso de técnicas y procedimientos invasivos.”


La violencia contra la libertad reproductiva impide la libre decisión de las mujeres sobre si tener hijas/os o no, con quién tenerlas/os, el número de embarazos y el espacio entre nacimientos. Para poder esclarecer este concepto les dejamos algunas manifestaciones de este tipo de violencia:

  • Cuando tu pareja te impide el cuidado: uso del preservativo u otro método anticonceptivo.

  • Si en una institución te niegan el asesoramiento y/o el acceso a los métodos anticonceptivos, incluida la ligadura de trompas.

  • Si te imponen un método en lugar de permitirte elegirlo.

  • Si te niegan u obstaculizan información y/o acceso a la interrupción voluntaria del embarazo de acuerdo al marco legal vigente.


IVE (Interrupción voluntaria del embarazo)


La ley 18.987 regula la práctica de la interrupción voluntaria de embarazo desde el año 2012. La misma tiene como objetivo disminuir la morbimortalidad y proteger los derechos y la salud sexual y reproductiva de las mujeres que deciden de manera voluntaria interrumpir su embarazo. Si bien esta ley existe y desde el punto de vista legal estamos amparadas, aún existen los objetores de conciencia, los cuales obstaculizan el correcto acceso al IVE de una forma. Según datos recabados por MYSU (mujeres y salud) la objeción de conciencia supera el 60% en seis de los diez departamentos donde focalizaron su investigación (2).

Es interesante destacar que no solo se les obstaculiza a las mujeres que desean interrumpir el embarazo el procedimiento, sino que también existen docentes que son objetores y que en los cursos de ginecología se niegan a dar la clase sobre IVE. Generando una falta en el crecimiento estudiantil y en la formación profesional. Acá es cuando nos detenemos a pensar ¿de nuevo las creencias personales sobre nuestros cuerpos? Seguramente esto en algún momento cambiará, ya que también nuestra formación se ve afectada. Decidir interrumpir un embarazo no es un viaje a Disney como muchos piensan. Es un camino tortuoso donde la desinformación, las miradas que juzgan, la violencia presente en las consultas hacia la mujer que decide interrumpir su embarazo y la falta de apoyo también nos envuelven. Es importante que desde el sistema de salud se ampare correctamente a la mujer que decide interrumpir su embarazo, en todo el proceso.



Ligadura de trompas


La ligadura de trompas es una cirugía para cerrar las trompas de Falopio de una mujer. Las trompas de Falopio conectan los ovarios con el útero. Una mujer que se someta a esta cirugía ya no podrá quedar embarazada (3). En Uruguay existe el decreto 383/2010 el cual manifiesta que las mujeres por derecho podemos realizarnos la ligadura de Trompas, de forma gratuita, desde los 21 años de edad sin necesidad de una autorización de otra persona para realizarla. La ligadura de trompas en muchos casos es cuestionada por la familia de la mujer que decide hacérsela así como por el propio personal de la salud encargado de atenderla. Esto no debe ocurrir de ninguna manera, ya que el hecho de maternar o no es una decisión personal de cada mujer y no una decisión colectiva.

Parejas que impiden el uso de métodos anticonceptivos.


Históricamente un esposo debía dar el consentimiento para que su esposa pueda utilizar anticonceptivos. Hoy en día leer esto parece una locura ¿no?. A pesar de que la sociedad es dinámica y se va adaptando a los nuevos paradigmas, la violencia contra la libertad reproductiva existe y persiste dentro de parejas violentas, en nuestro hogar, en nuestra intimidad. Va tomando nuevas formas, el control por parte de las parejas hacia la mujer en el uso de métodos anticonceptivos es un comportamiento que ha cambiado solamente su envase, pero el trasfondo está presente. Existen mujeres que se ven sometidas a esto, no son capaces de poder dirigir su anticoncepción de forma autónoma y libre, pueden estar influenciadas de manera directa o indirectamente por parte de su pareja. Desde elegir el método que están dispuestas a utilizar, o que no lo están, hasta la planificación familiar.

La decisión de la anticoncepción y la posibilidad de la planificación familiar es un derecho de la salud reproductiva de la mujer, cualquier vulneración al mismo es un acto de violencia.


Mi decisión es mía, y no debería ser cuestionada por nadie.

Mujeres renuncian a la maternidad, mujeres que deciden ser madres solas, mujeres que planifican su maternidad, mujeres rebeldes. La rebeldía que ha provocado la ruptura de la familia patriarcal tradicional, ámbito donde se consuman los abusos con impunidad, y con complicidad legal, ámbito personal. Desde la teoría “lo personal es político” el feminismo se ha empeñado en democratizar el ámbito familiar, y parece que poco a poco, lo consigue.

Las conquistas de las mujeres, las nuestras, además de conseguirlas, hay que mantenerlas para poder garantizar generaciones libres de violencia contra la libertad reproductiva.

Los procesos reproductivos deben ser decididos y controlados por mujeres. Nos tenemos a nosotras, y las que vienen, nos tienen a nosotras.

“Nadie ha regalado nada, más bien al contrario”. Justa Montero.



En caso de haber sufrido cualquier tipo de violación hacia tus derechos o haberte sentido incómoda en alguna consulta por cualquier uno de estos temas te incentivamos a que realices la denuncia en los distintos números que dejamos acá abajo.


Mujeres en el Horno: 0800 8843

Línea sexualidad y derechos (MYSU): 0800 3131


También, en el caso de que quieras recibir información acerca de anticonceptivos para ti te dejamos el contacto de la consejería y provisión de métodos anticonceptivos de la administración de los servicios de salud del estado (ASSE): https://www.gub.uy/tramites/consejeria-provision-metodos-anticonceptivos





Bibliografía 1 - Ley Nº 19.580 VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES, BASADA EN GÉNERO - Poder legislativo UY.

2 - Objeción de conciencia al aborto supera el 60% en seis departamentos - 180.com.uy (2017)


3 - Ligadura de trompas (MedlinePlus).


5 - ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD (2012). Unidad de género, Etnia y Salud. La violencia contra las mujeres. Disponible en http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=15259&


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