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Artículos de higiene menstrual: desinformación y desigualdad.


¿Alguna vez te preguntaron en tu adolescencia qué artículo se adecuaba a vos?, ¿Cuál te resultaba más cómodo?, ¿Te mostraron los distintos tipos y sus beneficios para que eligieras?. No es novedad que en el entorno donde nos criamos la menstruación sea un tabú y la información pase de boca a boca llevando a que ésta sea poca o escasa, sesgando nuestras decisiones y la amplia variedad de elecciones. También puede ser que dentro de la consulta el profesional que te atendió no considere que es pertinente informar sobre estos temas por darlos como sentado. Esto nos lleva a aprender sobre higiene menstrual en páginas web o muchas veces de lo que dice nuestro entorno. Vale decir que es sumamente peligroso acudir a estas fuentes ya que pueden contener un sinfín de mitos y desinformación. Lo ideal sería que durante nuestra infancia y adolescencia recibiéramos una ESI robusta, para terminar de una vez con la desinformación acerca de nuestra propia higiene. Nuestra menstruación y el entorno.

En promedio, una mujer/varón trans/no binaria que utiliza toallas sanitarias genera 60 kilogramos de residuos de este artículo durante toda su vida reproductiva, lo que equivale a 100.000 toneladas de desechos al año. Una toallita sanitaria tarda aproximadamente 500 años en degradarse y el aplicador del tampón un poco más (2). En un intento de practicidad y desinformación no nos animamos a experimentar los productos eco-amigables, que además de no contaminar y no poseer ninguna sustancia química adicional, a la larga son grandes aliados en nuestra economía. Pero, ¿los conoces?.



Las toallitas de tela.

Toallitas con alas, sin alas, ultrafinas, superabsorbentes, nocturnas, con manzanilla, para flujo abundante, de colores, etc. Todas de un solo uso.

Lo que no nos dijeron, es que tenemos más opciones:


Las toallitas menstruales hechas de tela de bambú o de algodón, son una de las alternativas cómodas, higiénicas, eco-amigables y más económicas para nuestra salud menstrual. Son reutilizables, lavables y tienen una vida promedio de 2 a 3 años dependiendo de su uso. Aún así, con todos los beneficios que nos presentan a simple vista, no es frecuente ver publicidad sobre ellas.


Esto es debido al enorme mercado de las toallitas higiénicas descartables. Pero tú dirás, ¿Por qué renunciar a la comodidad de usar y desechar? No solo le estamos haciéndole un favor enorme a nuestro medio ambiente evitando acumular esas cantidades exuberantes de productos contaminantes que tardan años en degradarse (2), va más allá de la salud del planeta, ¡estamos hablando de tú salud!. Sí, aunque parezca descabellado, muchas de las fibras artificiales de las toallitas sanitarias que permiten esa mágica absorción, se obtienen a partir de materiales como el petróleo, la madera o el carbón (3). La interacción de estos compuestos con la vulva puede llegar a provocar modificaciones en la flora bacteriana normal, pudiendo llevar a infecciones vaginales o de las vías urinarias (3).



Copa menstrual.


Aunque la aparición de la copa menstrual data en los comienzos del siglo XX ésta no fue muy difundida, por tabú o por desconocimiento de la misma. ¿La conoces? La copa menstrual es un producto sanitario que recoge el flujo de sangre en lugar de absorberlo, es segura y tan efectiva como las toallitas y los tampones sanitarios, y además son menos costosas (1 copa dura aproximadamente 10 años).


Están hechas de un material suave y flexible, como goma o silicona, este material es hipoalergénico (es decir, tiene un riesgo muy bajo de producir reacciones alérgicas) (4).

Al igual que los tampones, se inserta en la vagina. Una vez insertadas crean un sello de succión que impide la filtración de sangre.

Si decidís probarla, lo primero que debes hacer es encontrar una copa que se adecúe a vos, ya que todas tenemos cuerpos distintos (el tamaño de la copa no tiene que ver con que el flujo sea mayor o menor). La copa debe vaciarse cada 4-12 hs, esto muchas veces puede hacer que no quieras usarla porque pensas ¿y en el trabajo/facultad como hago para cambiarme? Lo que se recomienda es que lleves una botella con agua a esos centros y cuando te la cambies la puedas lavar con la misma.


¡Es muy importante que la cambies! Lo mejor de la copa es que además de no generar ninguna incomodidad (si te la pones bien no te das cuenta siquiera que la tenes al caminar) es que no sentimos ningún olor como cuando usamos las toallitas. La copita es muy práctica, al principio puede generar un poco de miedo por el propio desconocimiento de nuestros cuerpos o por no conocerla, pero a medida que vamos conociéndola y vamos entendiéndonos muchas terminamos fascinadas y nos volvemos militantes de la misma. ¡Es importante tenernos paciencia y no frustrarnos en el intento!



Menstruación y desigualdad.

Resulta muchas veces indignante pensar en la menstruación como un sinónimo de desigualdad; pensar que tenemos que gastar en promedio $121.600 en toallitas/tampones durante toda nuestra edad reproductiva (1) porque la reducción del IVA para estos productos no resulta un tema de interés a nivel político. Los espacios sanitarios como baños públicos, ya sea de instituciones o de centros no cuentan con un dispensador de toallitas o tampones. Podríamos pensar quizás que hay espacios que siquiera están pensados para mujeres/varones trans/no binarias, si nos viene la menstruación y nos quedamos sin toallitas tenemos que retirarnos del lugar del que estamos haciendo uso por incomodidad, algo que parece tan simple y de sentido común termina teniendo sus consecuencias a largo plazo. El no tener acceso a baños adecuados o a productos de higiene menstrual son algunos de los agravantes detrás del absentismo en el trabajo o del abandono escolar en las niñas y jóvenes de bajos recursos, empujándonos cada vez más hacia la pobreza.

"Invertir en una buena gestión de la higiene menstrual para permitir que las mujeres y las niñas alcancen su máximo potencial es una medida crítica para construir el capital humano de una nación a lo largo del tiempo" Jennifer Sara, directora sénior de la Práctica Global de Agua del Banco Mundial.



Bibliografía



3 - Nicole, Wendee. (2014). Noticias de salud ambiental ehp-spm. Salud Pública de México, 56(5), 562-569.

Recuperado el 06 de noviembre de 2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342014000500025&lng=es&tlng=es.

4 - Prado-Galarza, Magdely, Doncel C, William Andrés, Mosquera B, Oscar Olmedo, & Guarnizo-Tole, Mildred. (2020). La copa menstrual, una alternativa de higiene femenina. Revisión de la literatura. Revista chilena de obstetricia y ginecología, 85(1), 99-109. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-75262020000100099


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